A veces, el día puede sentirse como una montaña imposible de escalar. Las tareas se acumulan, el tiempo parece no alcanzar y la motivación se desvanece. En esos momentos, una simple frase puede cambiarlo todo.
“Haz lo que puedas, con lo que tengas, donde estés.”
Leer esas palabras en el momento justo puede hacer que la mente haga clic. En lugar de enfocarse en lo que falta, en lo que aún no está hecho, es un recordatorio de que el primer paso es suficiente para comenzar.
Concentrarse en una sola cosa a la vez, dar pequeños avances y no compararse con un ideal inalcanzable puede marcar la diferencia. Al final del día, no se trata de hacerlo todo, sino de seguir adelante.
A veces, una frase puede cambiar el rumbo de un día o incluso de una vida. ¿Cuál ha sido la tuya?